

1940 -1980
Qué hay en la mente de una cuarentona romántica, inconformista y algo freak?
"Los seres humanos aborrecen e intentan evitar ser despersonalizados, ser tratados como una cosa, ser controlados por otros, ser manipulados, no ser apreciados, recibir órdenes, ser dominados, no ser respetados, ser forzados, ser empujados, ser explotados, ser determinados por otros, no ser tomados en cuenta o en serio, ser engañados, sentirse incapaces, sentirse descartables. Lo que ansían es ser tratados como personas, poseer autodeterminación, tener control sobre su destino, poder planificar y llevar a cabo sus planes, triunfar, asumir responsabilidad, tomar sus propias decisiones con autonimía e iniciativa, y que los demás reconozcan sus capacidades."
"Hasta que uno se compromete con su visión, hay vacilación, la posibilidad de echarse atrás, inefectividad permanente. En lo que respecta a todos los actos de inciativa y creación, hay una verdad elemental, cuya ignorancia mata incontables ideas y planes espléndidos: en el momento en el que uno se compromete, la providencia también lo hace. Ocurren entonces todo tipo de cosas positivas, que de otra manera nunca hubieran ocurrido. De la decisión nacen una serie de hechos, que ponen a favor de uno incidentes fortuitos y asistencia material que ningún hombre podría haber soñado con obtener. Sea cual fuere tu sueño, comiénzalo. La audacia tiene genio, poder y magia"
los que lo son, los que lo fueron antes,
los que, por suerte, tienen de estudiantes
para toda la vida el corazón!
He andado muchos caminos
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra.
Y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a donde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja.
Y no conocen la prisa
ni aún en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino,
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.
Pase lo que pase, siempre nos animará Alberto II de Mónaco, ese pozo de rencor. Piensen. Odiaba tanto a su padre (no sólo porque era autoritario: también porque Rainiero hizo desgraciada a mamá Grace, poniéndole cuernos a mansalva) que le dejó morir en la creencia de que el heredero de sus 32.000 súbditos era estéril, y unisexual por más señas, pero en la dirección monárquicamente inconveniente. Alberto sacrificó su reputación con tal de amargarle la vida al viejo, quien, como es lógico, murió en el frenesí de no saber qué iba a suceder con su sucesión.
Entre tanto, mientras sus hermanas se llevaban la fama, él cardaba la lana y todo lo que se le ponía por delante, hasta el punto de que, exultante, lo acaba de anunciar a la prensa: otras mujeres, sin duda, podrán reclamarle al Embarazador en Serie que reconozca a más rorros ennoblecidos por su ADN. El tipo no tomaba precauciones anticonceptivas ni anti-sida. Claro que debe de resultar difícil (tanto si eres de Tobago como de Sabadell, por decir algo) exigirle a un Su Alteza que se la enfunde con un preservativo antes de pasar a mayores. Con un Su Alteza, probablemente, después hay que caminar hacia el bidé de espaldas y haciendo reverencias, lo cual facilita muchísimo la concepción, porque en las venias (a mí me ocurre), instintivamente, las mujeres apretamos los muslos. Que es lo que más le gusta a la Iglesia que apretemos, para la conservación del espécimen.
Desde que ha salido de la mesilla de noche (o do sea que se escondan los machos compulsivamente reproductivos), se ha lanzado, además, a la alta política, como atestiguan sus ya legendarias declamaciones en calidad de ¡miembro! del Comité Olímpico, y su defensa de Gibraltar (si entramos en guerra con Mónaco, pido a este periódico que no me mande a cubrir el Baile de la Rosa, agotador). Quiere el monarca, también, limpiar la pasta inconfesable de la que vive su reino, convertir su país de bolsillo en un lugar que no emita humos, ni otras poluciones que las estrictamente nocturnas; e irse a uno de los Polos, de expedición ecologista. ¡Poneos a salvo, oh pingüinas!
Pase lo que pase, insisto, este doloroso y loco mundo no puede negarnos el consuelo de la sonrisa.
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El próximo 1 de julio de 2005, millones de personas saldrán a las calles a manifestarse contra la pobreza y llevarán una banda blanca como símbolo de la movilización.
El símbolo de la Campaña Mundial es una simple Banda Blanca que puedes poner alrededor de tu muñeca, de tu brazo, de tu cuello o de tu cabeza. ¡En el lugar que te guste y pueda ser visto por cualquiera!
Llevando una serás parte de un esfuerzo mundial en el año 2005 para erradicar la pobreza extrema, con ella tu estarás diciendo que ya es hora de detener la muerte de más de 200.000 personas cada semana por causa de enfermedades curables.
El próximo 2 de julio, los músicos más importantes del mundo enfrentarán sobre distintos escenarios, el desafío más grande de la historia: Lograr persuadir a los líderes del grupo G8 para terminar de una vez por todas con la pobreza en el mundo.
Ese día, en seis ciudades de las ocho potencias, se presentarán decenas de grupos que han marcado de alguna forma la historia de la música mundial. Junto a ellos, se alzará la voz de millones de personas que definirán el punto de partida del "Long Walk To Justice" (El largo camino a la justicia). Lo que la organización de Live8 pide no es dinero, sino que la manifestación de las personas de todo el mundo para que los líderes del grupo G8, que se reunirán entre e 6 y 9 de julio en Gleneagles, Escocia, vean que los ojos están puestos en ellos.
La reunión será encabezada por el Primer Ministro británico, Tony Blair, quien ha puesto en el primer lugar de la agenda, deliberar en torno a los desafíos enfocados en África. Por esta razón, Live8 espera que los líderes de cada nación vean que hay millones de personas que piden lo mismo y que estarán pendientes de lo que ahí se resuelva.
El grupo de los 8 está formado por Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia y las peticiones específicas que le hace Live8 son: Cancelación completa de la deuda, más y mejor ayuda y un comercio justo con los países más pobres.
"Este es sin duda, el momento en la historia en el cual las personas comunes y corrientes pueden tener la oportunidad de alcanzar algo verdaderamente monumental y demandar de los ocho líderes del G8 el fin de la pobreza", afirma el rockero Bob Geldof, impulsor de BandAid, LiveAid y ahora Live8.
Tras la explicacion y la actividad de crear una tira de monigotes, le preguntan "¿A quién le regalarías una tira de monigotes? ¿Por qué?
A mi madre, para que se distraiga
Las Tablas de Sadosky, como las conocemos familiarmente, sobrevivieron generaciones de estudiantes: recuerdo la mía, con su naranja de tapa descolorido y ese olor característico de la página amarillenta por el tiempo y que con satisfacción contaba "es una herencia de mi padre".
Hoy leo en Página/12 que el Dr. Manuel Sadosky, con 92 años, nos ha dejado. Perseguido por todas las dictaduras y gobiernos autoritarios, floreciente con cada atisbo, con cada gota de democracia, como dice el artículo, Sadosky se quedará por siempre en todas y cada una de las persona a las que su ciencia tuvo el arte de formar.
Clan
Grupo de personas que se reúne en torno a una campana. Cuando este grupo es secreto, el Clan es un Clandestino.
Antifez
Antifaz turco. En vez de usarlo sobre el rostro, los ladrones turcos se lo ponen en el gorro o fez. Esta costumbre hace que los ladrones turcos sean fáciles de encontrar. El castigo por robo consiste en cortarles el fez para que no puedan usar más un antifez.
The Beat-Less
Grupo de Liverpond —localidad vecina a Liverpool— contemporáneo de los fabulosos Beatles.
The Beat-Less tenían un ritmo espantoso, y tocaban fuera de tiempo porque su baterista Rengo Starr (al que faltaba una pierna pero le sobraba nariz), vivía golpeándola contra los tambores (la nariz, no la pierna, claro).
Además tenían mala suerte a la hora de componer sus canciones. "Quiero tener tu dedo meñique" fue un fracaso, "Love me Fa" un fiasco (y un asco), y "Ella no te ama, no, no, no" fue abucheada por la juventud beatlera de los años sesenta.
"Submarino verde", "La Banda del Sargento Popó", "Lucy en el cielo con perlas" y "Mañana" no hicieron más que confirmar los primeros fracasos hundiéndolos en el oprobio.
Cuando Yono Lennon, el único integrante japonés de la banda, se casó con una mujer occidental se pudrió todo y la banda se disolvió. Ése fue el único gran éxito que tuvieron, festejado y aplaudido por todos. Entonces fueron condecorados por la reina de Inglaterra.
Sus discos se pueden encontrar en las bateas de usados, junto a los del "Club del Clan".
PRESENTE
Todo concluye al fin, nada puede escapar
Todo tiene un final, todo termina
Tengo que comprender, no es eterna la vida
El llanto en la risa, allí termina
Creía que el amor, no tenia medida
Hoy dejas de querer, tal vez otra mujer
Y olvide aquello que, alguna vez pensaba
Que nunca acabaría, nunca acabaría
Pero sin embargo terminó
Todo me demuestra, que al final de cuentas
Termino cada día, empiezo cada día
Creyendo en mañana fracaso hoy
No puedo yo entender, si es así la verdad
De que vale ganar, si después perdere
Inútil es pelear, no puedo detenerlo
Lo que hoy empeze, no será eterno
Creía que el amor no tenía medida
Hoy dejas de querer tal vez otra mujer
Y olvide aquello que alguna vez pensaba
Que nunca acabaria nunca acabaria
Pero sin embargo terminó
Uhh todo me demuestra que al final de cuentas
Termino cada día empiezo cada día
Creyendo en mañana fracaso hoy
Cuanta verdad (cuanta verdad),
hay en vivir solamente solo,
el momento en que estas,
en si el presente ohhhhh el presente y nada mas
Todo me demuestra que al final de cuentas
Paul Rodgers no cumplió del todo con lo que de él se esperaba. Tal y como dice Cuerdasdeacero, las canciones de sus grupos (FREE y BAD COMPANY) las bordó, pero a la hora de cantar las de Queen, la cosa no estuvo ya tan bien. Destrozó I want it all, se desenvolvió como buenamente pudo en las demás y sólo le echó narices a Bohemian Rhapsody, We will rock you y We are the champions. Por otro lado, tuvo ausencias muy pronunciadas, como cuando Brian May acaparó todo el protagonismo con un solo de guitarra que no aporta nada nuevo a lo que ya ha hecho en otros conciertos a lo largo de su carrera. Más bien al contrario: sonó repetitivo y algo falto de maestría, como frío. Sólo la instrumental recordando a Freddie tuvo algo de sentimiento. El resto del solo se apoyó en algo ya muy trillado en su carrera: los ecos. Un recurso que ha utilizado desde el principio de Queen, con temas como Keep yourself alive, Brighton rock, etc. Roger Taylor destrozó "Radio Ga Ga", que tendría que haber sido cantada por Rodgers, aparte de que el sonido de percusión pregrabada que utilizaron en casi todo el tema no me gustó nada. Cuando Rodgers retomó la canción, la cosa se comprobó que tendría que haber sido así desde el principio. Realmente vi a Taylor un poco raro. Se equivocó cantando "I'm in love with my car", se le fue el sonido en algunos momentos a su batería, cantó mal Radio Ga Ga y cambió algunos redobles de Fat bottomed girls, como queriendo asegurar. En el lado positivo, una potente Tie your mother down para comenzar el concierto, la inteligente forma de solventar Bohemian Rhapsody, cuya parte lenta la hicieron mezclando un vídeo de un concierto en el que Freddie la cantaba sólo con acompañamiento de piano, con el sonido del grupo en directo. De esta forma parecía que Freddie cantaba de nuevo con ellos. El final, con Alright now, We will rock you y We are the champions fue apoteósico, A kind of magic, que siempre les ha quedado más rockera que en el disco original también fue destacable y la oportunidad de disfrutar seguramente por última vez de uno de las leyendas del rock de todos los tiempos.
Decir amigo
es decir lejos
y antes fue decir adiós.
Y ayer y siempre
lo tuyo nuestro
y lo mío de los dos.
Decir amigo
se me figura
que decir amigo
es decir ternura.
Dios y mi canto
saben a quien nombro tanto.
Si me dijeran: pide un deseo
preferiría un rabo de nube
un torbellino en el suelo
y una gran ira que sube
un barredor de tristezas
un aguacero en venganza
que cuando escampe
parezca nuestra esperanza
un barredor de tristeza
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.
Un maestro samurai paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vió a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de realizar visitas, conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que obtenemos de estas experiencias. Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes: una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado. Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó: "En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?". El señor calmadamente respondió: "Amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo. "El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue.
En el medio del camino, se volvió hacia su fiel discípulo y le ordenó: "Busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y empújela al barranco." El joven, espantado, repuso maestro que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia, pero el maestro insistió y él fue a cumplir la órden, y empujó la vaquita por el precipicio y la vio morir.
Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años. Un día, el joven, agobiado por la culpa, resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con un coche en el garaje de una gran casa y algunos niños jugando en el jardín. El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que haber vendido el terreno para sobrevivir. Aceleró el paso, y al llegar fue recibido por un señor muy simpático. El joven preguntó por la familia que vivía allí hacia unos cuatro años, y el señor respondió que seguían viviendo allí. Entró a la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hacía algunos años con el maestro. Elogió el lugar y le preguntó al señor (al dueño de la vaquita): "¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?". El señor respondió: "Nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora".
La moraleja samurai dice: "Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra supervivencia, que nos lleva a la rutina y nos hace dependientes de ella, y nuestro mundo se acaba reduciendo a lo que la vaquita nos da.
Tú sabes cuál es tu vaquita. No te importe empujarla por el precipicio.
Testamento
Como la muerte anda en secreto
y no se sabe qué mañana,
yo voy a hacer mi testamento,
a repartir lo que me falta
pues lo que tuve ya está hecho,
ya está abrigado, ya está en casa.
Yo voy a hacer mi testamento
para cerrar cuentas soñadas.
Le debo una canción a la sonrisa,
a la sonrisa de manantial, esa que salta:
le debo una canción a toda prisa
a la que quede que estuvo cerca, agazapada.
Le debo una canción a lo que supe,
a lo que supe y no pudo ser más que silencio:
le debo una canción, una que ocupe
la cantidad de mordazamor de un juramento.
Le debo una canción a los pecados,
a los pecados que no gasté, los que no pude:
le debo una canción, no como hermano,
sólo de sal que el delectador también alude.
Le debo una canción a la mentira,
a la mentira pequeña, frágil, casi salva:
le debo una canción endurecida,
una canción asesina, bruta, sanguinaria.
Le debo una canción al oportuno,
al oportuno mutilador de cuanta ala:
le debo una canción de tono oscuro
que lo encadene a vagar su eterna madrugada.
Le debo una canción a las fronteras,
a las fronteras humanas, no a las del misterio:
le debo una canción tan poco nueva
como la voz más elemental de los colegios.
Le debo una canción a una bala,
a un proyectil que debió esperarme en una selva:
le debo una canción desesperada,
desesperada por no poder llegar a verla.
Le debo una canción al compañero,
al compañero de riesgos, al de la victoria:
le debo una canción de canto nuevo,
una bandera común que vuele con la historia.
Le debo una canción, una, a la muerte,
una a la muerte voraz que se comerá tanto:
le debo una canción en que hunda el diente
y luego esparza con la explosión fuegos del canto.
Le debo una canción a lo imposible,
a la mujer, a la estrella, al sueño que nos lanza:
le debo una canción indescriptible
como una vela inflamada en vientos de esperanza.
SILVIO RODRIGUEZ, EN “RABO DE NUBE”