

Qué hay en la mente de una cuarentona romántica, inconformista y algo freak?
Cuando reímos, el cerebro emite una información necesaria para activar la segregación de endorfinas, específicamente las encefalinas. Estas sustancias, que poseen unas propiedades similares a las de la morfina, tienen la capacidad de aliviar el dolor. Las endorfinas también desempeñan otras funciones, como el equilibrio entre el tono vital y la depresión. De ellas depende algo tan simple como estar bien o sentirse mal.
Veamos algunas de las propiedades y ventajas de la risa:
1. Con cada carcajada se ponen en marcha cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo se pueden ejercitar con la risa.
2. Se lubrican y limpian los ojos con lágrimas. La carcajada hace vibrar la cabeza y se despeja la nariz y el oído. Además, elimina las toxinas, porque con el movimiento el diafragma produce un masaje interno que facilita la digestión y ayuda a reducir los ácidos grasos y las sustancias tóxicas.
3. Entra el doble de aire en los pulmones, dejando que la piel se oxigene más.
4. Durante el acto de reír se liberan endorfinas, los sedantes naturales del cerebro, similares a la morfina. Por eso, cinco o seis minutos de risa continua actúan como un analgésico.
5. Rejuvenece al estirar y estimular los músculos de la cara. Tiene, además, un efecto tonificante y antiarrugas.
6. Previene el infarto: el masaje interno que producen los espasmos del diafragma alcanza también a los pulmones y al corazón, fortaleciéndolos.
7. Facilita el sueño: las carcajadas generan una sana fatiga que elimina el insomnio.
8. Elimina el estrés: se producen ciertas hormonas (endorfinas y adrenalina) que elevan el tono vital y nos hacen sentir más despiertos.
Mi deseo para todos es que en el 2006 lo logremos... a pesar de todo.
¡Feliz Año Nuevo!
"Con las dificultades propias de los que caminan en un Ford del año 1920 y por un camino malo, vamos de tumbo en tumbo, pero avanzando, avanzando."
UN PERRO PUEDE ESTAR RENGO, ronco, ciego, hambriento, descaderado, sordo, encandilado, roto, puede sacar la lengua porque está cansado e inventarse otra para lamerse; puede ser un hotel lleno de parásitos, puede llorar, aullar, desconsolarse, saberse animal y doméstico, puede no tener dios a su perruna imagen y semejanza, ni virgen maría; ni saber la hora, ni saber el año, ni saber si el frío está afuera o en sus huesos, ni saber si aquello que lo pateó es el diablo; puede entender catorce palabras de hombre, y entender que un año para él son siete años y que la muerte llega así más pronto; un perro puede estar mal, horriblemente mal, a punto de morirse, pero igual —si lo llamás con ganas— agarra y viene y te arma fiesta y te mueve la cola y se te queda al lado, por las dudas de que vos estés más triste.
Ojalá que las hojas
no te toquen el cuerpo
cuando caigan
para que no las puedas
convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia
deje de ser milagro
que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna
pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra
no te bese los pasos.
Ojalá se te acabe
la mirada constante,
la palabra precisa,
la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo
que te borre de pronto:
una luz cegadora,
un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos
que me lleve la muerte,
para no verte tanto,
para no verte siempre
en todos los segundos,
en todas las visiones.
Ojalá que no pueda
tocarte ni en canciones.
Ojalá que la aurora
no dé gritos
que caigan
en mi espalda.
Ojalá que tu nombre
se le olvide
a esa voz.
Ojalá las paredes
no retengan tu ruido
de camino cansado.
Ojalá que el deseo
se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno
de difuntos y flores.
Ojalá se te acabe
la mirada constante,
la palabra precisa,
la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo
que te borre de pronto:
una luz cegadora,
un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos
que me lleve la muerte,
para no verte tanto,
para no verte siempre
en todos los segundos,
en todas las visiones.
Ojalá que no pueda
tocarte ni en canciones.
Ojalá pase algo
que te borre de pronto:
una luz cegadora,
un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos
que me lleve la muerte,
para no verte tanto,
para no verte siempre
en todos los segundos,
en todas las visiones.
Ojalá que no pueda
tocarte ni en canciones.
"Los seres humanos aborrecen e intentan evitar ser despersonalizados, ser tratados como una cosa, ser controlados por otros, ser manipulados, no ser apreciados, recibir órdenes, ser dominados, no ser respetados, ser forzados, ser empujados, ser explotados, ser determinados por otros, no ser tomados en cuenta o en serio, ser engañados, sentirse incapaces, sentirse descartables. Lo que ansían es ser tratados como personas, poseer autodeterminación, tener control sobre su destino, poder planificar y llevar a cabo sus planes, triunfar, asumir responsabilidad, tomar sus propias decisiones con autonimía e iniciativa, y que los demás reconozcan sus capacidades."