domingo, marzo 16, 2008

El domingo anterior

Los domingos son los días que puedo despertarme cuando se me acaba el sueño, bueno, algunos.
En la pereza anterior a despegarte las sábanas y arrancar el día, me quedo pensando que hice el domingo anterior, para ver si un día de fiaca se puede superar a si mismo.

El domingo pasado me hice el desayuno, casi a medio día, me tomé el café sorteando las camas improvisadas de los agregados culturales que se quedan a pasar la noche en casa, para llegar a la ventana, desde donde podía verse la mesa electoral que me tocaba.

Me vestí y bajé, silbando bajito en un soleado domingo peronista? y fui a votar.

Y volvió a pasar. Hay una sonrisa que se me queda en la cara un buen rato cada vez que fui votar y que disfruto. La confianza en mi misma por tener claro a quién votar y por qué, pero sobre todo, muy sobre todo, poder hacerlo. Nadie lo valora. Son muchos los paises, de arriba o abajo, a todos les tocó (o toca) una época de no poder hacerlo: definitivamente, es una suerte poder ir a votar.

4 comentarios:

Vengador dijo...

Está muy bien lo de poder votar, coincido contigo. Pero hay una cosa en la que no coincido, ningún candidato me convencia en estas elecciones y eso que antes tuve claro siempre a quien votar. ¿Eran malos los candidatos? ¿No tenia yo claras mis ideas?

Anónimo dijo...

Creo que es importante votar en todos los paises, porque asi ponemos nuestro granito de arena para el pais.

Prefiero los sábados :-)

Saludos!

Anónimo dijo...

Yo soy feliz cada día de votación, fui fiscal de quien necesitara en los primeros años y siempre ansío que me llamen para una mesa porque me parece la mejor manera de festejar la libertad, aunqeu todos piensen que estoy completamente loca....la última me enojé, no había la boleta que yo quería poner....

Morghana dijo...

Ahí está la diferencia, lo que te moviliza a ir a votar: la libertad y ser conciente de ello al grado de sentimiento.
Eso no se ve en España.