Tranquilo, relajado y que no se olvido de ningún detalle que ofrecer, buen humor y las mejores canciones de siempre, esas que al aire libre, con el calor de la noche, me llevaban indefectiblemente a la casa de la nona, donde aprendí a escucharle, a entenderle, a amarle.
1 comentario:
¡Buena velada, vive dios! ;)
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