Si suena el teléfono a las siete y media de la mañana de un domingo, lo cierto es que, mientras corres a atender la llamada, vas un poco ansiosa, o sea, cagada. Aunque hoy, valió la pena.
Ni media hora había pasado desde que Ainhoa estaba en el mundo, desde la sala de post-parto y mi hermano estaba compartiendo conmigo ese mágico momento en el que los tres se ven las caras por primera vez.
Lo típico es que te cuenten cuanto pesó y midió, pero aún no lo sabían; la niña en paños menores y Seba sin haber fumado ese Camel que premia la aventura, como el que hace siete años, con estos mismos menesteres, nos fumamos juntos en Mar del Plata.
A las once, ya tenía reportaje gráfico.
Ni media hora había pasado desde que Ainhoa estaba en el mundo, desde la sala de post-parto y mi hermano estaba compartiendo conmigo ese mágico momento en el que los tres se ven las caras por primera vez.
Lo típico es que te cuenten cuanto pesó y midió, pero aún no lo sabían; la niña en paños menores y Seba sin haber fumado ese Camel que premia la aventura, como el que hace siete años, con estos mismos menesteres, nos fumamos juntos en Mar del Plata.
A las once, ya tenía reportaje gráfico.
BIENVENIDA AINHOA!!!
Enhorabuena hermanos y mil gracias por compartirlo conmigo de esta forma, poniéndome a vuestro lado desde tantos kilómetros de distancia.
4 comentarios:
¡Bienvenida Ainhoa! Felicidades a los papis y hermanito. Y a los abuelos, of course...
Y gracias, Gabi, por cubrir tan veloz y eficazmente la noticia.
Besos y abrazos a todos.
El tío abuelo Enzo
BIENVENIDA AINHOA! :D
Un abrazo
Enhorabuena a los papis y a la tata :D
Enhorabuena tía!!!! está para comérsela
Muks
Publicar un comentario