sábado, mayo 31, 2008

Tranquilidad

Mañana de sábado lluviosa. Hoy también estoy tranquila.

Cuesta acostumbrarse a esto de estar tranquila. Existe una mezcla de incertidumbre, desconfianza y la verdad, me importa todo un pimiento. Los bordes de los ataques de nervios no están tan lejanos, y es inevitable, no puedo creer aún que vaya a durar demasiado. Aún así, sonrío satisfecha: ¿no era esto lo que quería? ¿no es esto por lo que peleo y resisto?

En cualquier caso, la experiencia es interesante. Veo, oigo, pienso y siento cosas que no había podido percibir sin esta traquilidad. Cosas sencillas, pequeñas cosas, lo que encierra la normalidad de los días, cuando éstos se presentan "normales". Riqueza invisible y claro, desperdiciada.

Carpe diem! Si hasta creo que estoy feliz.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Cuando la tranquilidad se siente de verdad, hay que disfrutarla. No tengas dudas ni creas que estas en otro planeta. Tampoco te sientas culpable por ser feliz, aunque sea un poquito, porque te lo ganaste.
Carpe diem, hija.

Morghana dijo...

Te quiero, Mami!

Anónimo dijo...

Todos decimos que queremos la calma, la serenidad, la paz... y luego un deseo extraño nos lleva a buscarnos otra dosis de adrenalina. Pero las drogas, aunque sean naturales, destruyen si se abusa.
No creas que te pierdes algo, al contrario, ganas poder percibir la belleza de muchas cosas que esa tranquilidad te permite ver.

Un saludo